HOMO VIDENS: LAS SOCIEDADES TELEDIRIGIDAS

ZARCO PROA ELIZABETH

COMUNICACIÓN POLÍTICA 904

1/SEPTIEMBRE/2010

OPINIÓN PÚBLICA

REPORTE DE LECTURA:

HOMO VIDENS: LAS SOCIEDADES TELEDIRIGIDAS.

El ser humano va construyendo su realidad a través de imágenes, es por eso que ahora el nuevo Homo Videns, según Giovanni Sartori, es fruto de la degradación como fuente de cultura, a favor de la imagen. Nos encontramos en una rápida y cambiante evolución hacía la era digital.

Asimismo el ser humano se ha trasladado a una fuerte pérdida del conocimiento. La televisión ha convertido al individuo en un ciudadano que cada vez sabe menos de los asuntos públicos o de cultura general. La cultura televisiva, multimedia o digital, empobrece drásticamente la información y la formación de la persona, generando una dependencia de nuestro saber soberanamente peligrosa para el enriquecimiento propio.

Los valores que configuran la cultura de la violencia, empezando por el mismo núcleo familiar, pero ninguna ha alcanzado el nivel de influencia como el que las últimas décadas ha proporcionado la televisión.

En definitiva, la televisión estimula la violencia, informa poco y mal, con el fin de atrapar al receptor a que vea todas sus transmisiones, acto que está cambiando la naturaleza del hombre; es por eso que dicen “al público lo que pida”.

La lectura de "Homo videns" nos indica las desventajas que acarrea el excesivo avance de las tecnologías, que pasan a formar parte de nuestra cotidianidad, generando una gran dependencia de ésta, terminando, de forma casi fulminante con la creatividad natural y la curiosidad e interés de aprendizaje del ser humano.

Desafortunadamente la televisión viene siendo la primera escuela del niño, la más divertida, recibiendo su valor educacional, en imágenes de un mundo centrado en el hecho exclusivo de ver. El pequeño es como una esponja que registra y absorbe indiscriminadamente todo lo que ante él acontece, puesto que aún carece de capacidad discriminatoria y rigor selectivo.  Es por eso que la televisión no educa sólo entretiene.

Es verdad que la televisión abre al niño a imágenes, experiencias y emociones bastante superiores a las que podría percibir en un ambiente familiar o educativo, llevándolo a un mundo de ignorancia o erróneo.

La sociedad tiene la intención de saber, de indagar y de aprender a través de la televisión, sin darse cuenta que está no aporta nada para su conocimiento y que el saber o aprender no lo van a conseguir por medio de la televisión, si no se consigue a través de la información o la experiencia.

Para concluir se podría decir que la televisión sólo informa y  entretiene, pero no educa. Lo único que van a conseguir los ciudadanos por medio de la televisión son estímulos audiovisuales.

De esta manera se crea un consumo de violencia mediática que influye en un gran número de personas. Es por eso que dicen que el gran maestro de nuestro tiempo es la televisión.